Cuando no hay nada que contar, la
mente inventa. Nunca dejará de haber algo nuevo que inventar. Es la ventaja de la mortalidad que caracteriza al ser humano.
He estado viviendo siempre entre mentiras, me dijeron que era normal,
también me dijeron que era diferente, ninguna de estas afirmaciones es cierta.
Soy como todo el mundo, raro, y es que ser normal es ser diferente. Para
pertenecer a un grupo tienes que ser un ser único, y no varios seres a la vez.
Aun así comprendí que hay grados en esto de ser diferente. Y también hay
distintas maneras de ser diferente. Hay quien simplemente viste raro, y le
llaman diferente, pero solo quiere llamar la atención de los normales y eso le hace ser normal.
Quién es
realmente diferente es, quién lo es siendo normal. Quien no se esfuerza por
serlo, quien simplemente quiere vivir y disfrutar haciendo lo que tenga que
hacer para ser feliz, ese es único. Si quieres ser normal solo tienes que
intentar parecerte a los demás. Pero
cuando aceptas que todos somos únicos y que es imposible ser normal, es cuando dejas
de ser normal.
Por ese motivo escribo todo esto, para ser único, y por lo tanto ser como
todos.
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