miércoles, 4 de febrero de 2015

Cristina.

Dos jóvenes tras mantener una conversación caramelizada, se despiden...
Ella: ¿Qué haces esta tarde, cariño?
Él: Hoy estoy ocupado.
Ella: ¿No vas a poder quedar conmigo?
Él: No creo, ya tengo la agenda llena y no puedo cancelarlo. 
Ella: ¿Y qué es lo que vas a hacer? Si no es de mala educación preguntar por ello.
Él: He quedado con una persona. 
Ella: ¿Una persona?
Él: Sí, la conozco desde hace mucho. 
Ella: Ah... ¿Cómo que LA conoces?
Él: Sí, digo que LA conozco, a ESA persona. 
Ella: ¿Y quién es esa persona?
Él: Tú no la conoces. 
Ella: Bueno, nunca es tarde para conocer a gente nueva.
Él: No te caería bien. 
Ella: Ahora tengo curiosidad, dime quién es.
Él: No debería, he quedado con ella para tomar un café esta tarde. 
Ella: ¿Con ELLA? ¿En femenino?
Él: Sí, en femenino. Oye, tengo que dejarte, me está llamando al fijo. 
Ella: ¿Qué? ¿De verdad?
Él: Sí, de verdad. Estás muy rara, bueno... Voy al café que he quedado allí a las cinco y todavía tengo que arreglarme. Mañana nos vemos ¿vale?
¿Que tienes que arreglarte para ella? Vale, vale, muy bien, así vamos genial. Adiós.
[Cuelga el teléfono]

Más tarde en la cafetería...
Él: Tenía muchas ganas de verte... 

[Ella aparece en la cafetería y se acerca a él]
Ella: Hola ¿Qué haces aquí?
Él: ¿Hola? ¿Nos conocemos?
Ella: Venga, acaba ya con ésto. ¿De verdad vas a hacer como que no sabes quién soy? ¿tan poco te importo?
Él: ¿Qué?
Ella: [dirigiéndose a la mujer con la que está él] Dímelo tú, ¿quién cojones eres?
La Mujer: [dirigiéndose a él] ¿Quién es esta loca?
Ella: [de nuevo dirigiéndose a él] ¿Vas a dejar que me llame loca esta puta zorra?
Él: [dirigiéndose a la mujer] Mamá, ésta es Cristina, mi novia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario