Soledad y compañía.
Cuando estoy solo quiero estar acompañado.
Cuando estoy acompañado quiero estar solo.
¿Soy una contradicción?
No.
Tengo dos pies, uno es la soledad y otro la compañía.
Y lo que pasa es que si voy mucho tiempo a la pata coja, me canso.
Busco el equilibro.
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