sábado, 11 de enero de 2014

11/01/2014 Ayer por la noche.

Hoy he tenido un sueño, los reyes magos eran los reyes malos y querían acabar con la humanidad, aprovechaban la confianza que depositamos en ellos para aniquilarnos como a hormigas. Resulta que lo tenían todo planeado, un par de carrozas, unos cuantos pajes malignos y una organización secreta con subordinados en cada pueblo y en cada ciudad. No estaban solos, no eran tres, habían muchos de ellos, clones, no luchaban por ellos como personas individuales, sino que luchaban por el símbolo que suponen los reyes magos, porque como todos sabemos los humanos somos finitos, caducamos y morimos, pero los símbolos trascienden. 
Al parecer habían puesto un veneno en los juguetes y en los caramelos que lanzaban con las carrozas que hacía que perdiéramos la voluntad y nos sometiéramos plenamente a sus designios. En el sueño yo me enteraba de todo esto porque por casualidad, en un centro comercial, me había topado con Papa Noel, que sin percibir mi presencia había hablado de esto con un enano vestido de verde, sí, Santa también estaba en contra de la humanidad. Al parecer sus motivos eran evidentes, tenían que acabar con nosotros porque eramos una panda de inocentes, que nos creíamos cosas tan tontas como la existencia de invenciones propias. Yo en el sueño incluso les daba la razón mentalmente, pero no podía dejar que me mataran solo por una cosa así, al fin y al cabo la vida no está tan mal, de vez en cuando de hecho, está muy bien. 
Bueno, pues entonces, dispuesto a evitar una masacre en masa, me dirigí a la televisión, el medio de comunicación masivo más usado después de Internet. Para conseguir difundir mi noticia fui al programa de Patricia, en el que alegué que mi madre me pegaba con la dentadura de mi abuelo para causar impacto y lograr acceder a la pantalla. 
Una vez allí, Patricia me estaba presentando cuando de golpe yo la interrumpí y lancé mi mensaje sobre la población en amenaza '¡Escuchadme todos!¡Esto es un  mensaje para toda la población!¡No he venido aquí a hablar de tonterías!¡Tenéis que quedaros en casa y no acercaros a nadie que tenga capa roja, barba de mentira o la cara pintada de negro!¡Los Reyes Magos son Malos y nos quieren matar a todos!'. No me dio tiempo a decir nada más, los de seguridad habían llegado, con gorros de Santa Claus decorativos y me estaban llevando fuera del programa, el público reía. 
Rápidamente mi actuación en el programa se convirtió en un vídeo viral del Youtube, todos se reían de mi y pensaban que estaba loco, si supieran lo que les esperaba...
Y finalmente llegó el día, en Twitter #LosReyesMalos era un TrendingTopic, todos reían y hacían burla a mis predicciones. Incluso se vendían camisetas con mi cara y un bocadillo en el que ponía "No he venido aquí a hablar de tonterías"...
Entonces, un salto en el tiempo, la navidad ya había pasado, y las cabalgatas ya habían sido, nadie parecía haber sido contaminado, la gente proseguía su vida como siempre. Pero en realidad el veneno no había desaparecido en ningún momento de sus cuerpos, el materialismo, los estúpidos valores de tener más que los demás, de comprar de forma compulsiva, de gastar dinero en cosas inútiles en lugar de dárselo a los más necesitados, eso no había desaparecido, y es eso lo que estaba acabando con nuestra sociedad. Los reyes magos no eran malos como para matarnos, eran mucho más malos, no estaban matando poco a poco. El consumismo nos consumía, cada año nos daban un poco de ese veneno, al final acabaríamos comprándonos a nosotros mismos, era cuestión de tiempo, nuestro final ya estaba dictaminado y nadie podía hacer nada ya para evitarlo, pues los Reyes Magos no mueren, son un símbolo, y los símbolos perduran para siempre. 
Pero bueno, esto solo fue un sueño, supongo que porque este año no me han traído nada. 

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