jueves, 9 de julio de 2020

mis ganas de tener ganas

A veces me hundo, en un abismo tan profundo que siento que me olvido de quién soy y de lo que quiero. Llego a estar convencido de que no quiero nada, de que no hay nada que querer, de que como solo soy huesos y carnes, solo soy eso, un algo, y cómo va un algo a querer algo. Igual no es la mejor manera de definir el cómo me siento, en mi cabeza suena lógico pero me da que no lo es tanto cuando vuelvo atrás en lo que he escrito. Y en estos momentos me acuerdo del rap, que para mi lo era todo, y miro atrás y no recuerdo el puñetero jodido día en que dejé de escucharlo, no recuerdo por qué dejé de hacerlo. Quería ser rapero, hoy en día lo pienso y me río: escribía poesías, pintaba grafiti en folios A4, en libretas, en mi brazo izquiero y los brazos de los demás, y cuando tocaba patio me iba con dos amigos a bailar break dance, valga la redundancia (por eso de que he dicho bailar dance). Ya no me llama la atención casi nada del rap que escuchaba hace años, el otro día lo intenté escuchar pero no tardé en quitarlo, pensé que era música demasiado densa. Pregunta vital número dos ¿En qué puto momento me he convertido en un puto superficial? No lo entiendo, a mi siempre me ha llamado la atención la profundidad de algunas letras, y ahora me parecen densas, mi cerebro se aleja del pensamiento pausado y analítico, y no entiendo el porqué. Supongo que estoy cansado, que llego sin energía al fin de semana, que necesito moverme, mudarme, gente nueva, libros más profundos, menos videojuegos, menos tele, menos series, más movimiento, más pensamiento activo del de verdad.