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Suena la alarma, ayer me la puse para despertarme a las siete, para aprovechar el día, pero estoy molido, he dormido fatal. Lo primero que hago después de haber pospuesto el despertador unas tres o cuatro veces es coger el móvil, me siento al borde de la cama y compruebo los mensajes. Tengo 20 correos, todo publicidad, como siempre, los elimino. Vaya, una recomendación de Youtube, voy al aseo a hacer mis cosas y como tampoco tengo nada más que hacer en ese rato, me veo el vídeo. Es bastante denso, así que lo quito, he dormido mal, no me apetece pensar, pero sigo estando en el baño así que aprovecho para ver unos cuantos shorts que aparecen en "relacionados". Entro en un canal de un Youtube, veo que dura media hora y pienso que lo puedo empezar ahora y seguir en otro momento. Al parecer pierdo la razón de ser y lo veo entero, menos mal que estoy de vacaciones y no tengo nada que hacer. Salgo del baño. Desayuno mientras veo otro video vídeo, ya casi son las doce, dejo la taza de la leche y la cuchara en la mesa, ya recogeré todo eso más tarde.
Voy al ordenador y me enchufo. Mis amigos ya llevan horas conectados, de verdad que tienen un problema con la tecnología, hace meses que no nos vemos en persona, pero es que con esto de la pandemia y la realidad virtual da pereza salir de casa, aun así, algún día me gustaría tomarme algo con ellos. Dejo el móvil a un lado del ordenador, cambio de pantalla. Me pongo los auriculares con micrófono, mis amigos hablan poco, pero sé que están ahí porque sale un círculo verde que les identifica como conectados. Dicen de echar una partida y acepto. Es un juego competitivo en equipos y nos han ganado unas tres veces seguidas. Mi amigo Alberto se enfada muchísimo y se enfada con todos. Acto seguido se disculpa y seguimos jugando pero volvemos a perder. Alberto dice que se tiene que ir porque le han llamado, ahora aparece desconectado, sospechamos que se ha puesto a jugar con otro grupo. Es una lástima que haga esto, ya que le conocemos desde el colegio y se supone que jugamos para divertirnos, pero bueno, peores cosas se habrán visto. De todos modos hace unos meses ya que no le veo en persona, no sé si en realidad seguimos siendo amigos, tampoco es que me pregunte qué tal estoy ni nada de eso. Los que quedamos en este chat estamos todos de acuerdo en que tendrá sus razones para irse, supongo que debido a que ninguno de nosotros le exige ni le ofrece nada relevante a la mistad, vemos esta conducta como algo comprensible y pasamos del tema.
Actualmente no tengo novia, pero estoy enamorado de mi vecina, la sigo en Instagram, y le doy "Me Gusta" a todas sus publicaciones de Facebook. Yo creo que se debe de imaginar que me gusta, pero como tiene novio y parece enamorada no me dice nada. Les cuento la historia a mis amigos y me dicen que me deje de líos y que me descargue Tinder, no me ayudan. Estoy bastante rayado, no paro de fantasear con mi vecina @Martiika. Me despido de mis amigos y cojo el móvil para mirar las notificaciones del "Face" mientras ando hacia el salón para enchufar Netflix. Estoy enganchadísimo a una nueva serie aclamadísima por la crítica y es que con ese reparto como para no verla. Además, así ya tengo algo de lo que hablar con mis colegas, ellos ya la han visto. Ya me imagino la conversación que vamos a tener cuando me la acabe:
- Ya me he visto la serie, qué guapa.
- Ya ves tio, está guapísima. ¿Echamos una partida más?
En fin, llevo dos capítulos y me siento con hambre, pero aguanto uno más porque la comida es solo calentarla y ya está. Entre el tercer y el cuarto capítulo me como el tupper que me dio mi madre hace unos cuatro días y lo dejo en la mesa del salón, ya lo recogeré más tarde. Sigo viendo la serie y paso a la siguiente temporada. Es la una. Me duele la espalda. Pauso y me voy a mear sentado al aseo con el móvil, para no aburrirme. Vuelvo a la tele y voy cambiando de postura, a cada cual más incómoda, se me han hecho ya las dos.
Decido ir a ver si están mis amigos en línea y echarme otra partida. Están pero se van ya a dormir así que cojo la tablet y me voy a mi habitación a seguir un rato con la serie. La espalda me está matando, pero es que está muy entretenida la serie y no quiero que acabe porque tampoco tengo nada más que hacer. Me acabo la segunda temporada y siento un gran vacío, dejo la tablet en la mesita e intento dormir. No puedo dormirme, claro, si es que no he hecho nada en todo el día, es normal. Empiezo a sentirme culpable. Pero yo no tengo la culpa, solo me he adaptado a esta sociedad, todos hacen lo mismo que yo. Me digo estas palabras de ánimo pero en realidad ni yo me las creo, el sentimiento de culpabilidad sigue a flote por dentro. Al final me convenzo de que la culpa es mia y de que puedo arreglar mi vida con fuerza de voluntad, todo es empezar. Me juro que me voy a poner una alarma a las 7 para aprovechar el día. Mañana en despertarme lo voy a planear todo, ahora no estoy para hacer planes porque estoy destrozado y son ya las tres.