Siempre que escribo pienso que lo que escribo no lo va a entender nadie, o que nadie lo va a leer siquiera, aun así a veces me sorprende la gente diciéndome que le gusto una historia que escribí. En esta historia voy a escribir un poco lo que me venga en gana porque estoy cansado y no tengo ganas de escribir nada lógico o coherente. Puede que la rabia, puede que la ira sea el origen del cambio, puede que sea el único posible origen del cambio, puede que sea verdad que si no nos tocan lo suficiente los cojones no queramos cambiar, puede que haga falta reflexionar demasiado para no necesitar de la ira para querer un cambio, o puede que la gente produzca ira irremediablemente al reflexionar demasiado.
Ayer me di cuenta de que ya no pertenezco a ninguna tribu urbana, yo era rapero cuando era adolescente. ¿Ahora qué soy? un triste escritor que hace un uso excesivo de la pena que se da a si mismo, que apoya en demasía sobre la metatextualidad, que usa palabras que se salen del registro porque ya no lee casi nada y su cerebro está en desuso. Soy un adicto a los juegos de móvil en los que no hay ni un mínimo de interacción humana, en los que todo lo que tienes que hacer es evitar morir, en los que irónicamente pierdes más horas de vida cuantas más horas sobrevivas.
Una idea que tenía para un libro era la de un chaval que vive intoxicado por los videojuegos, no puede dejar de jugarlos, hasta el punto de que pierde todas las habilidades sociales y se excluye en casa. Es un cuento casi de terror, se me ocurre que el primer capítulo podría llegar a ser terrorífico, le ha mentido a todos sus seres queridos, ha dejado de cocinar buena comida porque no sale de casa ni para comprar, le han suspendido en la universidad y va a tener que repetir el curso porque no ha ido a clase, su novia no le deja pero él imagina que debe estar a punto de dejarle, se imagina que está con otro y se muere por dentro, aunque también acusa a ella de su situación, piensa que por ella está tan enganchado a los videojuegos, piensa que es la infelicidad que le ha producido esa relación la que le ha llevado a esa situación, pero realmente todo está en su cabeza, es un narrador altamente subjetivo. Ese sería el primer capítulo, terror, ansiedad, sensación de perder el tiempo, falta de identidad, soledad, exclusión, sentimientos suicidas. En el segundo capítulo hay un apagón y todas las consolas dejan de funcionar, el cuarto se queda a oscuras y sólo un rayo ilumina la habitación, un rayo que entra desde las persianas mal cerradas, este capítulo es cómico, pero no es una risa sana, el que lee se está riendo de él pero a la vez ha empatizado y le da lástima, es una risa muy amarga. Lo más gracioso es que cuando sale de casa es incapaz de relacionarse con las personas, la gente le habla pero él nunca responde, sólo se pone a pensar, divaga sobre todo lo que le cuentan, se fija mucho en los móviles de las personas y fantasea con usarlos para jugar, va a un supermercado y allí conoce una cajera de la que se enamora, este personaje tiene que ser un gran contraste con el viciado, es una persona muy hippie, muy de esa gente que lo único que hace es quedar con los colegas a tomar un quinto y jugar a las cartas y criticar a los amigos que no han podido ir y reírse de la Esteban. Cuando vuelve a casa se encuentra con su vecina, ahí tenemos la segunda pretendiente en el imaginario mundo del personaje subjuntivo, puede que a ninguna de las dos le guste él pero él se inventa escenarios, esta segunda pretendienta es como él, es introvertida y no quiere salir de casa pero es sexualmente muy activa y le ofrece sexo, evidentemente esto creará una sensación de humor ya que él la rechaza sin querer porque no sabe comunicarse y ella se enfanda ya que se siente ofendida. Entonces él se va a dormir y tiene una pesadilla, debido a la culpabilidad que siente por estar tonteando con dos mujeres a la vez teniendo todavía novia. No puede usar el móvil para dejarla porque no tiene cargador, sueña que es super mario y que cuando rescata a la princesa, es decir, que cuando llega al castillo, no hay princesas que salvar, está luigi y quiere atraparle para darle por culo, luigi es la representación de un vagabundo que vio en el super en la puerta pidiendo dinero el día anterior al sueño. Se despierta por la mediatarde, le despierta el sonido de un claxon, baja corriendo y ve a su novia en el asiento del copiloto de un hombre de unos cuarenta años, le dice que le deja por el hombre este, que no se lo había podido decir antes porque había estado "ocupada haciendo cosas", eso es lo que él le decía a ella cuando no quería quedar porque estaba jugando a las videoconsolas. El caso es que le dice que la entiende y la exnovia se enfada y le intenta besar delante del hombre de cuarenta años, pero el la rechaza, el hombre de unos cuarenta años no hace nada, permanece pasivo, el personaje principal se pregunta si quizá ese hombre sea simple atrezzo, un familiar o algo por el estilo, pero no lo es, se dan un beso en la boca y ella le mete la mano en el pantalón para poner celoso al personaje principal, éste se da la vuelta y se mete en el piso mientras escucha el sonido de una masturbación detrás de él. cuando sube está la chica rara vecina y le pide perdón por lo del día anterior, él entra en su casa y tienen sexo. El día siguiente se lo pasa en su casa, sólo juegan a la consola, y ve en ella el reflejo de lo que él era. (se me acaba de ocurrir que a él le dejan sin luz porque no paga las facturas y que la historia se podría llamar APAGÓN) Al ver que ella es lo mismo que era él, intenta hacer que deje de ser así pero no lo consigue, ella se enfada cuando él le insiste y ella le manda a la mierda. se vuelve a su casa se va a dormir. (esto seria ya el siguiente capítulo) Esta vez no sueña nada. Se despierta y se ha quedado sin galletas y sin leche así que se va a comprar al super, la chica del super le invita a salir a tomar copas porque siente pena por él, al final se da cuenta de que es un buen chico y se lían, durante un instante todo es precioso, dura una semana aproximadamente. Aquí hay una descripción de lo bonita que es la vida, abunda el color verde que es la esperanza. consigue un trabajo, reparte periódicos, y entonces vuelve a cobrar y le ponen luz en casa. vuelve a casa y pone el móvil a cargar, así se acaba este capítulo. El siguiente capítulo tiene que ser corto porque es un drama, y la simpleza es a lo que recuren las personas que se quedan sin palabras porque se les llena el alma de lágrimas. Describe lo bonita que es la consola, lo mucho que disfrutó, lo interesante que son las historias, describe aquél juego que no llegó a terminar nunca, y finalmente decide coger un poco la consola para terminar de pasarse ese juego, hace mucho énfasis en que esa sería la última vez, muchíiiisimo énfasis, tanto que el lector puede percibir que ni de coña va a ser la última vez. Así se acaba la historia, esta es una de las ideas que tengo para escribir un libro, igual sale bien, a saber. no sería un libro muy largo, tendría que trabajar bastante bien las personalidades del personaje adictivo, la exnovia, el novio de la exnovia, la pretendiente que vive encerrada y la pretendiente con la que es feliz hasta que vuelve a encontrar la videoconsola (idea de simbolismo guay, cierra la persiana antes de jugar esa partida y se prepara un vaso de leche con galletas, al principio del cuento la persiana está cerradísima.)
No es mala idea, podría escribirla, qué serían? cinco capítulos? eso son unas diez mil palabras, en cinco días podría estar escrita, una semanita y acabado. Además sería una lectura cíclica, que es justo como a mí me gusta que sean los cuentos estos, habría sexo, narrador subjetivo, adicción, amor, felicidad frágil, efímera, sería una narración bonita, habría miedo humor y tragedia, la tragedia siempre hay que dejarla para el final para aumentar su efecto.
El humor saldría de la repetición de ciertos elementos, el autor tiene que tener un tic cuando le toca responder en una conversación, no responde y hace un ruido con la lengua en el que parece que se rasque la garganta.
El personaje principal no ha sendido rabia en ningún momento, por eso no cambia, porque no necesita cambiar, sólo deja de jugar temporalmente porque la luz ha dejado de funcionar en su casa, ha sido forzado a ello, es por ello que no puede funcionar desde el principio está predestinado a volver al vicio, al igual que el amor forzado no funciona y si funciona es esporádicamente. Tengo que incluir este pensamiento en el texto, creo que es bastante interesante añadirlo.