viernes, 30 de junio de 2017

LLUVIA DE IDEAS DE MIERDA, QUE NADIE LO LEA

Tengo varias ideas para escribir un cuento, una va sobre un hombre que tiene varias ideas para escribir un cuento. Una de esas ideas es escribir un cuento sobre un hombre que tiene varias ideas para escribir un cuento. Así que voy a escribir sobre mí, teniendo ideas para escribir este mismo cuento.
Siempre que escribo pienso que lo que escribo no lo va a entender nadie, o que nadie lo va a leer siquiera, aun así a veces me sorprende la gente diciéndome que le gusto una historia que escribí. En esta historia voy a escribir un poco lo que me venga en gana porque estoy cansado y no tengo ganas de escribir nada lógico o coherente. Puede que la rabia, puede que la ira sea el origen del cambio, puede que sea el único posible origen del cambio, puede que sea verdad que si no nos tocan lo suficiente los cojones no queramos cambiar, puede que haga falta reflexionar demasiado para no necesitar de la ira para querer un cambio, o puede que la gente produzca ira irremediablemente al reflexionar demasiado. 
Ayer me di cuenta de que ya no pertenezco a ninguna tribu urbana, yo era rapero cuando era adolescente. ¿Ahora qué soy? un triste escritor que hace un uso excesivo de la pena que se da a si mismo, que apoya en demasía sobre la metatextualidad, que usa palabras que se salen del registro porque ya no lee casi nada y su cerebro está en desuso. Soy un adicto a los juegos de móvil en los que no hay ni un mínimo de interacción humana, en los que todo lo que tienes que hacer es evitar morir, en los que irónicamente pierdes más horas de vida cuantas más horas sobrevivas. 
Una idea que tenía para un libro era la de un chaval que vive intoxicado por los videojuegos, no puede dejar de jugarlos, hasta el punto de que pierde todas las habilidades sociales y se excluye en casa. Es un cuento casi de terror, se me ocurre que el primer capítulo podría llegar a ser terrorífico, le ha mentido a todos sus seres queridos, ha dejado de cocinar buena comida porque no sale de casa ni para comprar, le han suspendido en la universidad y va a tener que repetir el curso porque no ha ido a clase, su novia no le deja pero él imagina que debe estar a punto de dejarle, se imagina que está con otro y se muere por dentro, aunque también acusa a ella de su situación, piensa que por ella está tan enganchado a los videojuegos, piensa que es la infelicidad que le ha producido esa relación la que le ha llevado a esa situación, pero realmente todo está en su cabeza, es un narrador altamente subjetivo. Ese sería el primer capítulo, terror, ansiedad, sensación de perder el tiempo, falta de identidad, soledad, exclusión, sentimientos suicidas. En el segundo capítulo hay un apagón y todas las consolas dejan de funcionar, el cuarto se queda a oscuras y sólo un rayo ilumina la habitación, un rayo que entra desde las persianas mal cerradas, este capítulo es cómico, pero no es una risa sana, el que lee se está riendo de él pero a la vez ha empatizado y le da lástima, es una risa muy amarga. Lo más gracioso es que cuando sale de casa es incapaz de relacionarse con las personas, la gente le habla pero él nunca responde, sólo se pone a pensar, divaga sobre todo lo que le cuentan, se fija mucho en los móviles de las personas y fantasea con usarlos para jugar, va a un supermercado y allí conoce una cajera de la que se enamora, este personaje tiene que ser un gran contraste con el viciado, es una persona muy hippie, muy de esa gente que lo único que hace es quedar con los colegas a tomar un quinto y jugar a las cartas y criticar a los amigos que no han podido ir y reírse de la Esteban. Cuando vuelve a casa se encuentra con su vecina, ahí tenemos la segunda pretendiente en el imaginario mundo del personaje subjuntivo, puede que a ninguna de las dos le guste él pero él se inventa escenarios, esta segunda pretendienta es como él, es introvertida y no quiere salir de casa pero es sexualmente muy activa y le ofrece sexo, evidentemente esto creará una sensación de humor ya que él la rechaza sin querer porque no sabe comunicarse y ella se enfanda ya que se siente ofendida. Entonces él se va a dormir y tiene una pesadilla, debido a la culpabilidad que siente por estar tonteando con dos mujeres a la vez teniendo todavía novia. No puede usar el móvil para dejarla porque no tiene cargador, sueña que es super mario y que cuando rescata a la princesa, es decir, que cuando llega al castillo, no hay princesas que salvar, está luigi y quiere atraparle para darle por culo, luigi es la representación de un vagabundo que vio en el super en la puerta pidiendo dinero el día anterior al sueño. Se despierta por la mediatarde, le despierta el sonido de un claxon, baja corriendo y ve a su novia en el asiento del copiloto de un hombre de unos cuarenta años, le dice que le deja por el hombre este, que no se lo había podido decir antes porque había estado "ocupada haciendo cosas", eso es lo que él le decía a ella cuando no quería quedar porque estaba jugando a las videoconsolas. El caso es que le dice que la entiende y la exnovia se enfada y le intenta besar delante del hombre de cuarenta años, pero el la rechaza, el hombre de unos cuarenta años no hace nada, permanece pasivo, el personaje principal se pregunta si quizá ese hombre sea simple atrezzo, un familiar o algo por el estilo, pero no lo es, se dan un beso en la boca y ella le mete la mano en el pantalón para poner celoso al personaje principal, éste se da la vuelta y se mete en el piso mientras escucha el sonido de una masturbación detrás de él. cuando sube está la chica rara vecina y le pide perdón por lo del día anterior, él entra en su casa y tienen sexo. El día siguiente se lo pasa en su casa, sólo juegan a la consola, y ve en ella el reflejo de lo que él era. (se me acaba de ocurrir que a él le dejan sin luz porque no paga las facturas y que la historia se podría llamar APAGÓN) Al ver que ella es lo mismo que era él, intenta hacer que deje de ser así pero no lo consigue, ella se enfada cuando él le insiste y ella le manda a la mierda. se vuelve a su casa se va a dormir. (esto seria ya el siguiente capítulo) Esta vez no sueña nada. Se despierta y se ha quedado sin galletas y sin leche así que se va a comprar al super, la chica del super le invita a salir a tomar copas porque siente pena por él, al final se da cuenta de que es un buen chico y se lían, durante un instante todo es precioso, dura una semana aproximadamente. Aquí hay una descripción de lo bonita que es la vida, abunda el color verde que es la esperanza. consigue un trabajo, reparte periódicos, y entonces vuelve a cobrar y le ponen luz en casa. vuelve a casa y pone el móvil a cargar, así se acaba este capítulo. El siguiente capítulo tiene que ser corto porque es un drama, y la simpleza es a lo que recuren las personas que se quedan sin palabras porque se les llena el alma de lágrimas. Describe lo bonita que es la consola, lo mucho que disfrutó, lo interesante que son las historias, describe aquél juego que no llegó a terminar nunca, y finalmente decide coger un poco la consola para terminar de pasarse ese juego, hace mucho énfasis en que esa sería la última vez, muchíiiisimo énfasis, tanto que el lector puede percibir que ni de coña va a ser la última vez. Así se acaba la historia, esta es una de las ideas que tengo para escribir un libro, igual sale bien, a saber. no sería un libro muy largo, tendría que trabajar bastante bien las personalidades del personaje adictivo, la exnovia, el novio de la exnovia, la pretendiente que vive encerrada y la pretendiente con la que es feliz hasta que vuelve a encontrar la videoconsola (idea de simbolismo guay, cierra la persiana antes de jugar esa partida y se prepara un vaso de leche con galletas, al principio del cuento la persiana está cerradísima.) 

No es mala idea, podría escribirla, qué serían? cinco capítulos? eso son unas diez mil palabras, en cinco días podría estar escrita, una semanita y acabado. Además sería una lectura cíclica, que es justo como a mí me gusta que sean los cuentos estos, habría sexo, narrador subjetivo, adicción, amor, felicidad frágil, efímera, sería una narración bonita, habría miedo humor y tragedia, la tragedia siempre hay que dejarla para el final para aumentar su efecto. 
El humor saldría de la repetición de ciertos elementos, el autor tiene que tener un tic cuando le toca responder en una conversación, no responde y hace un ruido con la lengua en el que parece que se rasque la garganta. 

El personaje principal no ha sendido rabia en ningún momento, por eso no cambia, porque no necesita cambiar, sólo deja de jugar temporalmente porque la luz ha dejado de funcionar en su casa, ha sido forzado a ello, es por ello que no puede funcionar desde el principio está predestinado a volver al vicio, al igual que el amor forzado no funciona y si funciona es esporádicamente. Tengo que incluir este pensamiento en el texto, creo que es bastante interesante añadirlo. 


domingo, 30 de abril de 2017

El Gato Dorado

Era domingo por la noche, todavía tenía que acabar los deberes. Era tarde y tendría que haber estado en mi casa, aun así, no sé por qué, me quedé y vi al gato. Era dorado, un gato del color de los collares caros. Por entonces yo sólo había visto ese color en dos ocasiones, en un plastidecor y en el cuello del gitano Pascual, que vendía detergente en el mercadillo de mi pueblo. Memoricé la imagen del gato colándose al patio del colegio, tenía bigotes negros, era flaco y alargado, ágil y dorado, en la punta de la cola lucía una mancha blanca distintiva pero innecesaria, ya que no habían más gatos dorados. Justo antes de colarse al patio giró el cuello y me dirigió una última mirada, la belleza de sus ojos verdes me dejó en shock.
Mi madre me riñó y mientras hablaba yo miraba la pared blanca, ésta era el lienzo en el que mentalmente delineaba los trazos del gato con tonalidades que mi plastidecor no podía atreverse a imitar. Me obsesioné bastante con el gato, solía soñar que me despertaba y estaba mirándome desde la repisa de la ventana. Cuando andaba hacia el colegio permanecía atento a cualquier movimiento extraño en los descampados, en los tejados, tras las persianas, miraba a todos lados. A veces mi amigo Raúl me acompañaba, él también estaba obsesionado, pero con los libros, se ponía tan intenso que tenía que mandarle a callar porque hablaba muy fuerte y me impedía escuchar si el gato dorado se movía por nuestro alrededor.
Al mes desistí en buscar al gato dorado y empecé a escuchar a Raúl: "Escúchame ¿me escuchas ahora? mira, ayer leí una historia que me recordó a tu obsesión con el gato dorado. No la recuerdo muy bien porque estaba a punto de dormirme cuando leí el cuento, pero te aseguro que tenía mucho que ver. Había un gato blanco y un señor mayor que tenía mucho dinero, el gato había pasado cerca de la casa del señor para mendigar algo de comida, porque era consciente de que él tenía dinero y poder para comprar alimentos. El caso es que el señor no le quería dar comida al gato porque pensaba que los gatos lo único que hacen es molestar, era de esa gente que pone veneno en las esquinas. No me gusta esa gente, a ti tampoco ¿verdad? seguro que no. Pues resulta que un día llega un brujo al pueblo en busca del alma más bondadosa y ¡tachán! es el gato, y le concede el poder de comer lo que quiera porque el gato era eso lo único que deseaba, poder comer algo. Entonces el gato, no en plan venganza ni nada porque es muy bueno, va y se come todo el dinero del señor, y se queda de color dorado. Yo entendí que la moraleja era que no había que ser tacaño ni avaricioso porque luego puede aparecer un gato y comerse tu dinero, no sé, no me convenció mucho la historia. Pero lo que importa es lo del gato. ¿me has oído, no? era blanco y se hizo dorado, eso me recuerda  la punta blanca de la cola. No sé, ¿crees que el gato que viste era mágico?
Le dije "¿Qué?" y pensé que se lo estaba inventando todo, que había ideado toda esa historia para llamar mi atención porque había estado pasando de él.
"Lo que oyes, yo tampoco me lo creía."
"Quiero ver ese libro, ¿cómo se llamaba?"
"Ya te digo que no recuerdo muy bien los detalles, pero mañana lo traigo al cole y te lo enseño."
Esa tarde me la pasé pensando en que si sería verdad o no, en si realmente había visto un gato mágico. Hasta entonces había pensado que la magia eran trucos de cartas que los adultos usaban para reírse de nuestras caras de incredulidad, y esa tarde dudé sobre todo. Para entonces ya sabía que los reyes magos no existían, y de ahí había llegado a la conclusión de que los brujos tampoco, pero para que el gato fuese dorado tenía que existir la magia. Quizás me lo imaginé todo, puede que el gato nunca hubiera existido.
Me fui a dormir y soñé algo de lo más extraño: yo estaba andando por encima de una cuerda de alta tensión y el gato dorado se había puesto en mi camino, no sentía vértigo por caerme, me paré sin miedo y él se giró hacia mí, yo era un pájaro de su mismo tamaño. Me dijo "mañana nos vemos a las nueve en el colegio" y se fue volando. Al impulsarse, la cuerda tembló y yo me caí del tendido eléctrico y me desperté del sobresalto. Anoté la frase en la libreta de matemáticas para volver a dormir, pero ya no pude seguir descansando, se hizo de día.
Llegué al colegio arrastrado por mi madre, que preocupada por mi aspecto de cansancio me limpiaba las legañas con saliva. Entré y vi a Raúl sentado en la última fila, no le gustaban las matemáticas. Me deslicé hasta su lado y le pregunté "¿traes el libro?", a lo que él respondió susurrando.
"No te lo vas a creer, ayer llegué a casa y miré en mi mesilla de noche pero el libro ya no estaba. Espera, no hables antes de que acabe, no me pongas esa cara, tú escucha. Pensé que mi madre lo habría guardado en la estantería pero lo busqué y no estaba, ¿y si lo había escondido?¿y si el libro había llegado ahí por pura casualidad y al verlo ella había querido esconderlo corriendo? Casi que estoy seguro de que no quiere que lo vuelva a leer, debe haberlo escondido."
"Me estás mintiendo" le corté enfadado.
"¡No!¡No! ¡Escúchame! te juro que es verdad, déjame que termine. Miré en la leja de arriba y había un libro que era todo dorado, así que cogí una silla y la acerqué para llegar a cogerlo, pensaba que sería ese el libro que buscaba, pero no lo era, cuando subí me di cuenta de que era blanco y brillante, y que me había parecido dorado sólo por el brillo de la luz. Aun así lo cogí y lo leí, era una historia muy extraña, trataba sobre una familia de pájaros, tenía dibujos muy bonitos, en blanco y negro, pero estaban pintados con dorado por encima, era como si alguien se hubiese dedicado a pintarlos con un color brillante y muy bonito, pero bueno, no eran gatos. En fin, al parecer el papá pájaro había perdido el trabajo en la fábrica de nidos y la mamá y los hijos pájaro habían caído enfermos, el pajarito más pequeño había muerto y la mamá pájaro estaba consumida por la tristeza, hacía lo imposible para evitar que los pajaritos se enterasen de la muerte del pequeño de la familia. No me lo llegué a acabar, me dormí con el libro y soñé que saltaba muy alto y hacía equilibrismo sobre unos cables de alta tensión, y que hablaba con un pájaro, y le decía que hoy nos veríamos en el colegio, luego me iba volando y en el cielo había un agujero negro en lugar de un sol, luego todo se oscurecía porque yo me daba cuenta de que no había sol y la lógica era que no hubiese luz. Me desperté y el libro ya no estaba conmigo, mi madre lo habrá cogido y lo habrá escondido, odio que haga eso, siempre lo hace con todo."
"¿Qué?" No sabía que responder, había dado en el clavo ¿cómo era capaz de saber lo que había soñado? ¿Acaso se habían conectado nuestros sueños? y en el caso de haberse conectado ¿qué tipo de brujo había intervenido? ¿Qué sentido tenía todo esto?
"Te he visto en mi sueño" le dije. Me dijo que ya, que él sabía que yo era el pájaro porque me escuchó hablar. Le expliqué que no era así como funcionan los sueños, que cada uno tiene el suyo, y me dijo que qué va, que el mundo de los sueños es uno y es muy grande, y que no estamos solos allá, que eso le había dicho su madre y que él se lo creía. Le dije que si creía también en los reyes magos y se limitó a mirar hacia otro lado.
"tres por tres Raúl" gritó el profesor.
"Emmmm, emmmmm, emmmm, tres veces tres, emmmmm, no lo sé profesor ¿es una pregunta trampa?"
"Venga, piénsalo bien."
. . .
Era viernes, la semana había pasado sin ninguna noticia más sobre el gato, Raúl había estado poco hablador, le dije a mi madre que me iba a la biblioteca a ver si encontraba a mi amigo, que casi siempre estaba allí. Primero recorrí los pasillos, pero no estaba, cogí un cómic de Astérix y Obelix y me senté un rato esperando que llegara pronto. Se hicieron las ocho enseguida y recordé mi onírica cita con Raúl, ¿era él el gato? Dejé la revista y me fui andando al colegio, cuando llegué todavía quedaba media hora, así que me senté y esperé, escuché maullidos lejanos. Lo extraño era que salían de debajo de las tapas del desague. Levanté ese pesado disco de hierro, dentro todo era negro, los maullidos se intensificaron "Ey, ¿qué haces?" Raúl me susurró por detrás en el oído. Del susto dejé caer la tapa de nuevo en su sitio.
Las ventanas de la calle estaban todas cerradas, nadie nos veía, así que Raúl y yo decidimos entrar al colegio, quizás el gato nos esperaba dentro. Un denso y alto matorral nos impedía movernos con fluidez, así que decidimos separarnos para poder abarcar más espacio en menos tiempo y que el gato no nos evadiera.
Vi muchos gatos, ninguno dorado, todos me miraban con mala cara, con la espalda en tensión. Me junté con Raúl en el patio y decidimos abandonar la expedición, todo se debía a una extraña coincidencia, el gato dorado nunca había existido, había sido el producto de dos mentes infantiles y excesivamente creativas. Nos separamos para atravesar los matorrales y salir. Cuando llegué fuera me quedé esperando a Raúl para acompañarle a casa, pero no salía nadie, grité su nombre varias veces, hasta que entendí que había salido más rápido que yo y no me había esperado. Entonces escuché algo moverse tras las verjas, entre los arbustos, y vi una cola dorada con la punta blanca aparecer y desaparecer, volví a quedarme en shock. Me costó moverme del sitio, pero al final me fui a casa y dormí del tirón, tanta aventura me había agotado.
Llegó el lunes y Raúl no apareció en clase, me moría por contarle lo que había pasado, le pregunté al profesor y él se rió con complicidad. "Qué gracioso, pero si quieres aprobar matemáticas te tendrás que esforzar más." No le entendía. Volví a casa y le conté a mi madre que Raúl hoy no había venido a clase, y me dijo "bueno, ya era hora". Seguí sin entender nada, me tuve que olvidar de Raúl, los mayores se olvidaron de él muy rápido. Años más tarde mi madre me contó que sus padres tuvieron que emigrar, mi madre y la suya eran muy buenas amigas, nunca entendí cómo lo superó tan rápido. Desde que Raúl desapareció de mi lado, cada vez que veo a un gato entrecierro los ojos para imaginarlo dorado.



miércoles, 26 de abril de 2017

Estoy pensando en cosas que nunca le contaría a Facebook

Como usuario de Blogger tienes la posibilidad de leer esta frase, podrías no haberlo hecho pero ya está, no hay marcha atrás, es demasiado tarde. El caso es que quiero abrir un Blog nuevo que hable sobre entrenamiento deportivo, pero he pensado que ya hay millones y que quiero que sea diferente. Se me ha ocurrido que el nuevo Blog podría contener historias en las que explico los conceptos que son útiles para el entrenamiento mediante metáforas, usando rimas, contando cuentos, etc. Quiero hacer algo nuevo, sin caer en la monotonía, porque realmente la vida es una repetición constante de amaneceres, atardeceres, noches, desayunos, comidas y cenas. Puff, qué agonía me da nada más de escribirlo. Habrá mucho trabajo detrás de algo así, no todo será pan comido, tendré que currar noche tras noche, pero será algo que merezca la pena, de eso estoy seguro. Estoy pensando en qué nombre ponerle, ¿lo llamo "El rincón de Dani y sus pesas"?. Ni de coña, qué cosa más fea de nombre. Por otro lado tampoco puedo llamarlo algo como "Levantando pesas con Dani", porque odio esos títulos en los que hay un verbo en gerundio. Ya sé, quiero hacerlo literario, así que tiene que haber personajes envueltos en la trama, lo llamaré "El Gimnasio del Cid". Muy bien, llegados a este punto podríamos ampliar, evolucionar, y llamar al Blog "Cid-Gym", pero en mi ardua lucha y defensa del español rechazo tal convencionalismo y mercantilismo, sé que perderé muchas visitas, pero no perderé el orgullo. Ahora estaría gracioso que lo llamara "Cid-Gym", sería muy sarcástico mi comentario anterior, y yo escribo por y para el humor, aun así la lucha contra los anglicismos es una de esas cruces que estoy dispuesto a llevar hasta la tumba. Por lo tanto el nombre será "El Cid en forma"
Buas, ¿qué coño? se me ha ocurrido otro que es la leche a primer pensamiento. "El Entrena-miento de verdad" jajajajjajajajajajja ¿Qué os parece lectores? "pero si seguro que nadie lee esto Dani, ¿a quién le estás preguntando eso?" Y yo qué sé, yo me imagino gente que me escucha.

Opciones:
Los entrenamientos del Cid
El Cid en forma
El Entrena-miento de verdad
Cid Gym
Cid Fit
Entierra tu pereza


domingo, 5 de marzo de 2017

Tierno estrés

Me acabo de dar cuenta de que mi existencia está perpetuada por dos cosas: una sucesión de vídeos de perros que despiertan sensaciones de ternura y situaciones que provocan estrés. Es por ello que me estoy volviendo loco, ya que últimamente he empezado a mezclar sensaciones. He llegado a sentir estrés al ver tan solo el comienzo de un vídeo de animales haciendo el tonto. Ayer toqué fondo cuando me di cuenta de que el trabajo de las mil palabras era para hoy a las doce, son las ocho mientras escribo esto y, siento decirlo, sigo sintiendo mucha ternura por mí mismo, pobre yo, todavía tengo que escribir ochocientas. ¡Oins!
¿Qué me pasa? ya no sé por qué siento lo que siento, todo se contradice, se mezclan los acontecimientos en mi mente, parece que mis recuerdos estén haciendo una orgía, lo próximo será olvidar los regalos de mi comunión. ¿Qué me regalaron en mi comunión? Bueno, supongo que de eso nadie se acuerda ya. Es un malgasto de tiempo intentar recordarlo, al igual que es un malgasto de tiempo intentar buscar una conclusión a esta descripción de mi estado mental. Simplemente me pone tierno escribir estas cosas tan inútiles, y me estresa demasiado pensar en cachorros a punto de dormirse. 

viernes, 10 de febrero de 2017

Mi opinión sobre el sexismo

Soy hombre y víctima del machismo. Desde pequeño he vivido en una sociedad en la que el hombre siempre ha estado envuelto en capas de algodón y la mujer expuesta a todo tipo de retos. Mi madre nunca me ha pedido que friegue los platos, que ponga la lavadora, que limpie los cristales, que barra el suelo, que lo friegue, que quite el polvo, que remiende un pantalón, que planche, ni que tienda. En cambio, a mi hermana sí se le ha pedido, y es por eso que la sociedad machista me ha convertido en una víctima, porque se me ha privado de la posibilidad de desarrollarme como persona independiente. 
Esta educación de la que hablo no es un caso excluido, ni mucho menos, es una enseñanza que se da en muchos hogares españoles y es el producto del machismo (o sexismo) que envuelve a nuestra sociedad, y que crea hombres dependientes, bien sea de sus parejas, de sus madres, sus abuelas o la señora de la limpieza. Las mujeres no solo nos crean una dependencia insana, sino que luego también nos critican por no saber realizar todas estas tareas básicas indispensables para el desarrollo personal, Hoy he escuchado en la radio una chica criticando a su compañera de piso por ser un desastre, la ha comparado con un hombre para hacer énfasis en la idea.
"¡Es que es peor que tener a un hombre como compañero de piso!"
Los locutores de radio se han reído con la broma y no han aportado ningún comentario tipo "Hombre, eso no lo digas que no es verdad.", no lo han hecho porque la chica tenía razón, los hombres somos unos guarros, pero lo somos por la educación sexista que recibimos, que nos convierte en unos guarros y nos aísla de la sociedad de las mujeres, no quieren ser nuestras amigas porque nuestros padres nos tratan distinto. Yo he llegado a creerme todos esos topicazos que dicen que realmente la mujer es más limpia y el hombre más sucio por naturaleza, he llegado a aceptar mi condición, pero ahora, con 25 años me doy cuenta de que la culpa deja de ser de ser de mis padres porque soy yo el principal responsable de mis acciones, y porque algo así no puede ser genético después de haber tenido una compañera de piso que se dejó las bragas ensangrentadas en el lavabo donde todos nos lavábamos las manos. 
Es rara la vez en la que me he acercado a una mujer a hablar con ella por pura simpatía y hemos llegado a ser muy amigos, normalmente las personas más cercanas a una mujer son mujeres. A veces se da el caso de chicas que sus mejores amigos son chicos, y entonces la gente empieza a conspirar y a decir que esa mujer mantiene relaciones sexuales con todos sus amigos y que no existe la amistad entre hombres y mujeres, y que siempre hay tensión sexual no resuelta, y bla, bla, bla. Mierdas varias. El caso es que hay muchas chicas sin amigos cercanos que sean hombres porque se creen toda esa mierda. También es verdad que las noches de chicas siguen a la moda, están muy a tope, y son la cosa más sexista que te puedes echar a la cara. También la noche de chicos lo es, imagínate: "Hoy noche de solo negros, no le digas nada a tus amigos blancos porque hoy sólo salimos de fiesta los negros eh, ¡negros al poder!" En fin. Si existe el feminismo y no el machismo es porque las tías, al verse forzadas a superar más retos, han aprendido a pensar por si mismas mucho mejor que los hombres, y por eso se han lanzado a defender sus derechos, los hombres, que también estamos afectados por esta situación, no hacemos una puta mierda en comparación con ellas. No sé qué cojones les pasa a los hombres, ¿es que no os jode no poder expresaros decentemente en público? ¿Es que no os jode que a ella le pongan más nota que a ti por llevar escote? ¿Es que no os jode que ella no pague la entrada a la discoteca y encima le inviten a un cubata y vosotros seáis el que lo tiene que pagar?  ¿no os jode que las matrículas de honor siempre se las lleven ellas? ¿No os jode que a vuestra novia su jefe le pague menos y que si asciende a un mejor puesto digan sus compañeras de trabajo que ha subido de rodillas? ¿No os da rabia que a vosotros os traten de borrachos cuando pedís una cerveza y un agua y el camarero le pone el agua a ella? ¿No estáis cansados ya de que os miren mal si no le abrís la puerta?
En conclusión, está claro que las mujeres tienen muchos problemas en la sociedad, pero yo soy un hombre y tengo que hablar de los problemas que el sexismo me genera a mí, lo otro sería como decirle a una mujer qué hacer con su vagina. Os hablo a vosotros (los hombres), el cambio empieza por uno mismo, dejaos de sexismos lingüísticos y pollas en vinagre y empezar a pagaros vuestras copas y no las de le una tía que sólo te usa para emborracharse en su noche de chicas.