Me quito el reloj y empiezo a teclear que siempre quise ser uno de esos escritores que escriben en papel, pero que llevo ya demasiado tiempo anclado en el teclado. He leído ya demasiados artículos que dicen que es mejor escribir a mano, que les den por culo a todos esos artículos, yo prefiero la facilidad del teclado, me quedo en la cama. Por supuesto que sobre el papel las distracciones como el Facebook, el Gmail y demás páginas de entretenimiento desaparecen, y eso es una gran ventaja, pero por otro lado las distracciones son nuestro pan de cada día, la vida en la que nos ha tocado vivir y evitarlas o sortearlas nos convierte en una persona con la que casi nadie se va a sentir identificado.