David, con su novia Raquel, una chica guapa de ojos claros y cuerpo deportivo, está sentado en una cafetería. La mejor amiga de Raquel llega, se llama Susana. David jamás había visto antes a Susana y al verla por primera vez abre los ojos como platos. Susana sufre un grave problema de obesidad. David está extrañado, puesto que su novia Raquel actúa con total naturalidad ante un prodigio de la naturaleza como el que están experimentando. Siente sus ojos saliendo de sus órbitas, su boca abierta y su lengua dormida. Cuando sale de su asombro, con disimulo dice "Hola soy David ¿Tú eres...?" "Susana, espero que no te importe que te robe tu novia un ratillo, enseguida te la devuelvo, es que tengo prisa, me tengo que ir a trabajar corriendo."
Susana coge de un brazo a Raquel y se la lleva al cuarto de baño, David permanece ajeno a lo que pasa dentro del cuarto de baño, Raquel le está poniendo los cuernos con Susana.
Tras un cuarto de hora vuelven, Susana se despide toscamente de David y Raquel vuelve a sentarse en la mesa.
"¿Y eso que habéis tardado tanto?"
"Nada, nada. Me estaba contando unas cosas de su familia, asuntos personales, ya te puedes imaginar, un rollazo."
"Ah, bueno..."
"¿En qué piensas, cariño? te noto distante."
"Pienso que... las gordas no se merecen ni mi atención ni la de sus novios... Las gordas, amargadas y locas vuelan por el mundo follando con quien sea para subir su autoestima, utilizando pobres hombres con el cerebro todavía demasiado blando y la polla demasiado dura como para decir que no a un polvo, aunque sea con una gorda. Eso es lo que pienso yo de las gordas, aunque a veces sea amigo de ellas, nunca podré sexualizar a un ser físicamente tan monstruoso. Dudo que alguien pueda querer a una gorda del mismo modo en el que se quiere a una persona normal, del mismo modo en el que te quiero yo a ti. Mucha de la poesía hasta el momento ha alabado la figura física de la mujer, y a pesar de que también ha habido poesía que alababa características intrínsecas como la personalidad o la inteligencia, nunca se ha dejado de tener en cuenta la belleza corpórea. Por eso me parece una chorrada máxima decir que alguien puede enamorarse de una gorda porque el amor es ciego, porque por muy ciego que seas, vas a sentir sus lorzas traqueteando hacia delante y hacia atrás, y chocando contra sus sudadas piernas cuando apartando michelines, entres en ella. Diré más, si los nazis hubiesen fijado como objetivo principal a las gordas en lugar de a los judíos, no podría haber estado más de acuerdo con ellos, aunque esto lo diga con cierta exageración, para enfatizar mis pensamientos. Me parece inhumano que esta sociedad tenga que soportar el peso de unos seres de corazón pequeño a los que no le importa que niños en África pasen hambre, que prefieren dejarles morir y engordar sus culos para pegarlos a un sillón que sudarán en verano y aplastarán en invierno mientras ven tele-basura con el ventilador o la calefacción a tope. Además, las gordas son capitalistas natas, porque para llegar a un peso tan elevado es necesario ingerir cantidades desproporcionadas de calorías que tan solo empresas como Burger King, McDonalds, Telepizza, PizzaHut, Coca-cola o Pepsi, entre otras, son capaces de ofrecerles. Es más, llega tan lejos mi odio hacia este radical sector de la población, que si Podemos no propone en su plan de acción acabar con todas ellas, decidiré no votar. Pero no puedo decir esto en público, la gente se alarmaría, me odiaría todo el mundo, mas estoy contento, porque sé que no soy el único que piensa así, sé que hay muchos más con mis ideas. Y también sé que nunca abriremos el pico."
"No puedo estar más de acuerdo contigo, cariño."